Es época de exámenes y como ocurre en tantas y tantas bibliotecas, los estudiantes saharauis encuentran en las suyas el espacio adecuado para estudiar, para hacer consultas, para resolver dudas con el apoyo de los bibliotecarios.
El buen ambiente, la tranquilidad, incluso el mobiliario y, por supuesto, los libros favorecen el estudio y la integración de los chicos y chicas en estos espacios de cultura que son las bibliotecas Bubisher.
Este es uno de esos momentos en los que a uno le gustaría poder daros un abrazo tierno a cada uno de los cientos de socios del Bubisher, porque calladamente hacéis posible este, todos los derechos culturales del ser humano, tan importantes como «los importantes».
Ni un niño sin libros, ni un joven sin sala de estudio, ni un ser humano sin sueños.