Ser payaso es una cosa muy seria y hacer reír a los niños no es, desde luego, ninguna broma. Porque la risa amplia de un niño es el reflejo exacto de la alegría, de la fascinación por lo inesperado y del bienestar que produce salir de la monotonía.
La risa alimenta  la imaginación, que es tan importante como alimentar el cuerpo. Dar rienda suelta a la fantasía genera movimientos internos que llevan a la creatividad, al desarrollo de ideas propias . Y de ahí a pensar por uno mismo, hay solo un paso. Pero es que, además, la risa estimula la empatía, la relación con los demás, la convivencia pacífica. Aleja de los problemas, ayuda a mirar hacia adelante con optimismo. Es contagiosa y atractiva. Es un buen motivo para romper distancias.
Así lo creen los miembros del grupo Cromossomos que, apadrinados por Payasos sin Fronteras, realizan estos días una gira por los campamentos saharauis.
Trece personas magníficas y  una actuación espléndida  crearon en el Nido un ambiente festivo del que disfrutaron niños y mayores. La curva volvió a ser escenario de un espectáculo único y abierto a toda la comunidad.
Y es que las bibliotecas Bubisher son espacios en los que cualquier manifestación cultural tiene cabida. Por ellos han pasado grupos de teatro, poetas, magos  se han proyectado documentales, se han puesto en marcha clubes de lectura y a todo ello se ha sumado esa explosión de alegría que ha provocado el espectáculo del grupo Cromossomos .
Para que les conozcáis mejor, para que seáis partícipes de su iniciativa, os dejamos un enlace a su vídeo promocional. Son en su mayoría brasileños y hablan en portugués, pero entenderéis perfectamente su mensaje.

¡No os lo perdáis!

CROMOSSOMOS