Atraer a los jóvenes saharauis, compartir con ellos sus experiencias escolares o universitarias, crear un clima de estudio y favorecer la ayuda en la consulta documental, fueron varios de los objetivos que nos planteamos a la hora de decidir la construcción de la biblioteca de Smara.
No ha sido un camino largo ni duro, pero sí intenso, basado en el compromiso de nuestros monitores de mantener un horario de apertura estable, de favorecer la búsqueda de información, de ayudar a los estudiantes en sus tareas escolares y de crear, dentro de la biblioteca, un clima cálido y acogedor.
El resultado no es necesario explicarlo, basta con ver las imágenes que nos van enviando, en las que la labor de Ahmed, Fanna, Larossi, Kabara y Fatimetu queda bien patente.
Por supuesto, aún queda mucho por recorrer, pero es tan fascinante ver como va creciendo la idea de que la biblioteca es un foco de cultura abierto a todos, que seguir profundizando en ella es afianzar la filosofía de arranque de este proyecto
Desde aquí, y, sobre todo desde ahí, animamos a todos los jóvenes que viven en los campamentos y a los que estudian fuera, pero regresan en vacaciones, a que visiten el Nido, a que participen haciendo propuestas de actividades, sugiriendo lecturas, creando tertulias literarias, uniéndose a este permanente flujo de personas que ahora en Smara, y muy pronto en Ausserd, generan, dan, aprenden e impulsan las partículas elementales de la cultura.
17 marzo, 2013 en 2013-03-17T11:19:00+00:000000000031201303
Maravilloso. Cualquier esfuerzo aquí se queda pequeño viendo el resultado… Gracias a todos los bubisheros saharauis, que estáis haciendo un trabajo tan importante. Hasta podemos soñar con que el Bubisher suponga un pequeño cambio cualitativo en los campamentos.