CARTAS DE AMOR

Nunca llegan a su destino, porque no hay buzones en las que depositarlas, ni servicio de correos, ni posibilidad de que atraviesen el muro de la vergüenza. Pero son cartas escritas con mucho amor por los niños y niñas saharauis. Cartas dirigidas a sus familiares que viven en el Sahara Occidental y a los que no conocen físicamente, pero que forman parte de sus vidas. Cartas en las que les hablan de la dureza del exilio, de su deseo de trasladarse a su país liberado de la ocupación, de sus ansias de abrazar a quienes allí luchan a diario por su derecho a la autodeterminación. Cartas en las que se mezclan las sonrisas y las lágrimas, pero en las que hay espacio para la esperanza del reencuentro.

Nunca llegarán a su destino dentro de un sobre y escritas sobre hojas de cuaderno, pero volarán las palabras y de alguna manera las recibirán sus destinatarios. Porque ningún muro conseguirá separar al pueblo saharaui.

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