Se llama Carlos Cristobal, sueña con un Sahara Libre y trabaja cada día con, por y para el pueblo saharaui. Su mensaje es claro y contundente: No te olvides del Sahara occidental…NINGÚN DÍA…NUNCA.
El proyecto Bubisher cuenta con personas muy especiales y C.Cristobal es una de ellas, un ser humano así de grande,  que hace pocos días transitaba por los campamentos, dejando sus huellas impresas, una vez más, en la Escuela de Cine Abidin Kaid Saleh y por primera vez como socio en los Nidos del Bubisher.
Así nos lo cuenta

Primera visita a los nidos del Bubisher… ¡como socio!

En el viaje a los campamentos de refugiados saharauis que hice la semana del 14 al 21 de septiembre de este año, he podido comprobar que cuando visitas los nidos del Bubisher como socio del proyecto,  sientes algo especial. Es todo distinto. Te fijas en los horarios en la verja de entrada, en que los trabajadores saharauis están en sus puestos de trabajo trabajando, en la comodidad y funcionalidad de los espacios, en el orden en las estanterías, en la limpieza del lugar, en el “abies” abierto en la pantalla del ordenador, en el número de socios con carnet en la biblioteca, en los libros en lengua árabe que antes no había… y todo te produce una especial satisfacción: la de comprobar que estás apoyando uno de los proyectos que “funcionan” en los campamentos de refugiados saharauis.

    
El año pasado también estuve visitando el Bubisher de Smara en estas mismas fechas de principios del curso escolar, y viví una biblioteca de chicos y chicas del cercano centro “Simón Bolívar” disfrutando de los atlas y de otros libros, ruidosa, alegre y llena de vida; me pareció magnífica y muy útil  pero ahora tengo la sensación de que iba de turista, de “voyeur”, a verlo, a hacer fotos.
Y no es lo mismo. Nada comparable a sentirte parte del proyecto, “ser bubishero”, y conocer el esfuerzo, las ilusiones, los proyectos y las gentes que están detrás del Bubisher, desde el primero hasta el último.
Por eso esta vez he hecho muy pocas fotos, descriptivas: del nido de Smara, del bubisher de Smara; del nido de Auserd, que no conocía, y del bibliobus que recorre las escuelas de esta wilaya. Me apetecía más mirar, ver, sentir, hablar… y por eso animo a cuantas gentes creen que sin cultura no hay libertad, que apoyen el proyecto Bubisher. Es un honor.