La Sierra Nevada de Colombia, cuna de las culturas indígenas Arhuaco, Wiwa, Kankuamo y Kogui, nos hace sentir una vez más lo acompañado que está el Bubisher en su andadura. Porque a Hugo Jamioy, el líder cultural indígena que ha impulsado desde las cuatro etnias y consiguiendo el apoyo del gobierno colombiano la construcción de la biblioteca no le animaba el floklorismo ni el tipismo, sino la angustia por el peligro de naufragio de la cultura oral indígena. Su biblioteca de la Sierra Nevada era una necesidad, una obligación moral y ética. Es, por otra parte, una preciosidad, y nos reconocemos en ella, y aunque envidiamos su construcción de acuerdo con los materiales de la vida común de las cuatro etnias, suspiramos al ver que también su interior cuenta con los imprescindibles jardines de flores y memoria. Coincidimos hace unos días en un conversatorio latinoamericano sobre la necesidad de las bibliotecas, y era una maravilla escuchar el canto de fondo de las aves de la selva. Nosotros contamos en la hammada con poca belleza, y por eso tratamos de crear una belleza nueva, hacer que cada biblioteca bubishera sea el lugar más hermoso de cada campamento. Sería un sueño viajar un día hasta allá, pero no los de aquí, sino los de allí, las bibliotecarias y monitores saharauis, para sentirse acompañados en este largo viaje. Quién sabe. Inshalláh.
Sahara Bubisher