El Proyecto de Bibliotecas y Bibliobuses Bubisher ha cumplido 15 años, durante los cuales ha ido creciendo, hasta el punto de que, dentro de unas semanas, inaugurará la quinta biblioteca. Así, cada uno de los cinco campamentos de refugiados saharauis, en Tinduf, contará con su biblioteca. En los próximos días se celebrará una nueva Asamblea anual, la décimo cuarta, desde la que la mirada hacia atrás ya abarcará una sucesión de logros, que han redundado en beneficio del crecimiento humano de una buena parte de la población refugiada, sobre todo de los niños y adolescentes, aunque no sólo. Hacia delante, se extenderá la mirada hasta la siguiente Asamblea, la de 2024, recorrido temporal, para el que en la mañana del próximo sábado, día 9 de septiembre, se renovarán las condiciones de posibilidad, para que, al volver la mirada hacia atrás, en la 15ª Asamblea, comprobar que los logros han seguido creciendo, en lo cualitativo y en lo cuantitativo.

El filósofo alemán I. Kant formuló tres preguntas esenciales, de las cuales la tercera, “¿qué me cabe esperar?”, buscaba una respuesta en el ámbito de la realidad trascendente, en términos absolutos, más allá de este mundo. Yo ahora me la hago, en referencia a una realidad no menos trascendente, por más que pertenezca a este mundo, pero con vocación de trascender los límites estrechos de unos campos de refugiados: la realidad del Proyecto Bubisher: ¿qué me/nos cabe esperar de la Asamblea Bubisher 2023? Podría responder que todas las expectativas están ya satisfechas, si me atuviera a lo conseguido hasta aquí y ahora. Tal respuesta supondría tanto, como dar por acaba una obra muy viva, condenándola a morir de éxito.

Previa consideración de las incidencias, que a lo largo de un año se han sucedido en un medio propicio para más de un desarreglo, por sus duras circunstancias, para que se produzcan, tanto en lo material -desperfectos en las bibliotecas, averías en los bibliobuses, en los medios técnicos…-, como en lo humano -cambios en el personal técnico, como en el de apoyo, advenidos por sus condiciones existenciales…-, en la Asamblea se arbitrarán las formas y se pondrán los medios más eficaces para que se mantenga el equilibrio y la eficacia en las actividades, de diversas índoles, que son la razón de ser del proyecto, que se resume en la formación cultural y humana de una de las partes más desfavorecidas de la humanidad y, así, viva un presente ilusionado, con la esperanza de un futuro más seguro, gestionado por ellos mismos.

Nada nuevo, en efecto, respecto de anteriores asambleas, pero, dadas las circunstancias que gravitan sobre un proyecto, que se ha hecho realidad, es verdad que la 14ª no partirá de cero, pero sí actuará como si fuera la primera, para que esa realidad, que ha cumplido 15 años, afronte la siguiente etapa con la confianza de alcanzar una nueva meta volante, hasta llegar al final del recorrido que, en el horizonte histórico, está puesto en un Sahara libre, en el que sus ciudadanos cuenten con los recursos intelectuales y emocionales, para engrandecer y embellecer su país.

Tampoco serán nuevos los encuentros y reencuentros, cargados, ellos sí, de renovadas emociones, con quienes compartimos una misma ilusión, no exenta de esperanza. Esa expectativa también se verá satisfecha una vez más, no sólo con saludos, palabras y sonrisas, sino también compartiendo los resultados de trabajos literarios y artísticos, que algunos miembros del Bubisher han materializado en obras a lo largo del periodo temporal, que ha transcurrido desde la 13ª a la 14ª Asambleas.

Porque, volviendo a Kant, parafraseándole, la ilusión sin trabajo es ciega; el trabajo sin ilusión está vacío. Las Asambleas anuales Bubisher son la garantía de que ilusión y trabajo se compadecen entre sí. Que el Proyecto haya cumplido 15 años es la prueba, como lo es de que cumplirá cuantos más sean precisos, hasta que deje de ser necesario. Asamblea a Asamblea.

Fernando Llorente