AQUÍ Y ASÍ VIVIMOS

Sí, sí, vivimos en un desierto árido, tremendamente árido, sobre todo en verano, pero el corazón de nuestro pueblo nuestro corazón es como el corazón de los niños, siempre abierto, día tras día, a la esperanza de que llegue la hora de la victoria y volvamos a nuestra tierra.

Nuestro desierto, este en el que vivimos refugiados, reúne muchas contradicciones asociadas al mundo occidental, pero cuando meditamos, nos damos cuenta de que nuestras vidas son distintas, difíciles, pero culturalmente, nuestras.

El viento sopla en nuestra contra la mayor parte del tiempo, a veces con fuerza. El calor intenso del verano y el frío de los cortos inviernos nos acompañan año tras año sin piedad. Vivimos en condiciones extremas y con pocos recursos para afrontarlas, así que cuando llega la lluvia nos regocijamos, porque la consideramos un alivio, un bien fantástico, una maravillosa sorpresa, aunque a veces también nos pueda causar daño.

Aunque parezca extraño, estamos acostumbrados a esta vida y estamos convencidos de que la victoria y la independencia llegarán.

Un saludo y mi agradecimiento a todos los que hacéis posible que nuestra vida sea más luminosa.

Suadu Mahsan

Una respuesta a AQUÍ Y ASÍ VIVIMOS

  1. Suadu, gracias infinitas por ser faro: allí, aquí y en cualquier lugar.

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