Son la columna vertebral del Bubisher, un proyecto que crece, que se consolida, que ilumina las luminosas mañanas de los campamentos y atrae cada vez más y cada vez a más personas, que solo se detiene cuando el sol de cada día pliega sus rayos dando paso a un cielo que, rasgado en rojos y violetas, se transforma en una inmensa melfa negra moteada con miles de luciérnagas y polvo de estrellas.

Son la sonrisa que cada día reciben quienes entran en la biblioteca, las manos que sostienen el libro que llena de expectativas las aulas, la alegría que atrae a los niños de los clubes de lectura hacia el interior de los bibliobuses.

Son los que generan belleza en las instalaciones, fuerza en cada actividad que se realiza, seriedad y honradez en el uso de los espacios y los materiales, esfuerzo por hacer de la lectura un imán que atraiga a los niños, a las mujeres, a los universitarios…a todos los saharauis.

Son el azúcar del té de la cultura.

Son de izquierda a derecha:
Alghailani, Fanna, Kabara, Larossi, Fatimetu, Ahmed, Hamida y Hassana.

Son, con mayúsculas, nuestros COMPAÑEROS Y AMIGOS.

Por ellos y con ellos, seguimos fabricando sueños.