Pequeña crónica de nuestro viaje  a Smara.

1 a 12 de noviembre de 2013

Volvimos ya hace unos días de Smara. El trasiego de la vuelta nos ha impedido ser más rápidos a la hora de colgar esta información, pero juramos que cuando estábamos allí  nos propusimos dar cuenta nada más llegar de nuestro emocionante viaje. Merecía la pena.
Nos encontramos en Smara con Hamida, Fanna, Kabara, Alghailani, Fatimetu, Hassana, Ragueb y Ahmed, sin olvidar al singular Omar y a su venerable padre Recibimos su cariño nada más llegar y tardamos poco en ponernos a trabajar. Teníamos planes de realizar reuniones para conocer de primera mano el trabajo allí y afianzar tareas para el futuro, realizar un par de cursos y, algo muy importante, recibir al Bubisherito 3, que llegaba conducido por Taquete.

El tiempo transcurrió demasiado deprisa y bien habríamos podido quedarnos una o dos semanas más. El día lo marcaba casi la llamada del almuecín que nos despertaba a las seis de la mañana, y solíamos acabar cuando se cortaba la luz eléctrica, alrededor de las doce de la noche.

Entre tantas horas cupieron los planes que teníamos previstos y algunas cosas más. Hubo ocasión de trabajar con niños en la biblioteca y en algunos clubes de lectura, de ver cómo Kabara y Fanna contaban cuentos a niños con rostros alelados, de visitar la biblioteca de Ausserd y de volver a montar en el Bubisher 2, de hacer planes para la llegada del Bubisher 3 a Bojador, de hablar con jóvenes y mujeres de la Unión de Mujeres Saharauis para colaborar en el futuro, de iniciar un recuento fidedigno de libros en Smara y en el Bubisher. También hubo ocasión de hacer cientos de fotos, y algunos videos que nos siguen emocionando y que esperamos colgar pronto en estas páginas.

 
El buen ambiente han presidido todas las reuniones de trabajo, pero también ha habido lugar para las charlas distendidas en las comidas que hemos procurado realizar juntos, algunas veces convidando nosotros, y en otras ocasiones recibiendo su invitación, porque Hassana se encargó de la comida uno de los días (un delicioso pollo con patatas y verduras), mientras el último fueron Fatimetu, Fanna y Trefrakseina quienes cocinaron un espléndido cus-cús de despedida.

No pudimos recoger el Bubisherito 3 al primer intento, pero sí al segundo, y fue emocionante la llegada a Smara. Allí estábamos todos. No solo nosotros y personal de Smara y Ausserd, sino todos vosotros, que hicisteis posible su llegada: los que disteis charlas para convencer a los donantes, las escuelas y los niños que hicieron sus regalos, los que acarreasteis, guardasteis y etiquetasteis cajas, los que día a día sumáis vuestro esfuerzo e ilusión para que este maravilloso proyecto siga adelante.