Todos los nombres, todos. Desde Paco, el alcalde visible, al que nos encontramos en cada paseo, en cada esquina, conviviendo con total normalidad. Hasta Suliman, Jadiya y sus padres, marroquíes que precisamente por ello, colaboraron activamente en el mercadillo, en el instituto y nos obsequiaron con el más suculento cucuscús que hemos probado. Nombres de tantos y tantos alumnos entregados, colaboradores, entusiastas, que nos ofrecieron su talento desnudo de ego; Marcos, Sergio e Iván con la súper biografía animada de Gonzalo; Fran con la versión manga de Palabras de Caramelo, los chicos y chicas que con su voz, cajón y guitarras nos recordaron que muchos se hunden con sus sueños; las «tres con gracia» que con sus melhfas nos ofrecieron té como en cualquier jaima saharaui; el grupo de baile que nos llevó hasta Brasil con la lengua de signos en homenaje a Kori y Caramelo; y todas y todos los que nos cuidaron, nos sonrieron y nos guiaron en los dos fines de semana que vivimos en Allariz.
A las dos hadas madrinas, Natalia y María, que ahora descansarán tranquilas después de meses de trabajo, darles las gracias es bien poco; nuestra amistad sincera para ambas.
Y muchos más nombres que deberíamos escribir aquí, uno detrás de otro. Maestras y concejalas, profesoras y libreros como Marga y Carlos. Lo decimos así porque en la organización de las actividades, el eterno femenino destacó con creces.
Sólo en la organización, porque entre el alumnado y en la larga cola que se formó en primaria ante un Gonzalo feliz y emocionado, había niños y niñas impacientes y curiosos, los mismos que minutos antes abarrotaban el salón y nos regalaban preguntas maravillosas mediante las que pudimos viajar al Sáhara una vez más. También tuvimos la oportunidad de explicar el proyecto a la gente ajena a la comunidad educativa, a las personas de a pie en una charla organizada por el Concello.
Cama y cuento y se acabó, hasta el fin de semana siguiente que volvió a comenzar. Y en medio una semana de mercadillos en primaria, bachillerato y secundaria. Más trabajo y más colaboración. Más compromiso.
El sábado y el domingo se celebró el mercadillo que organizaba el Concello. Volvimos a ver allí a muchos de los alumnos de primaria y secundaria, esta vez tras los puestos, haciendo números y encantados de descubrir esos genes fenicios que todos llevamos dentro. Fue un éxito de participación ciudadana, tanto en las donaciones como en las compras realizadas. Los chavales iban y venían, se relevaron de manera que los puestos no estuvieron vacíos ni un segundo. Afloraron talentos ocultos, por ejemplo en Ahinoa, Irene o Antón; nos quedó claro que no van a morir nunca de hambre.
Perdonadnos si olvidamos algún nombre. Pero precisamente por eso titulamos la crónica así; Todos los nombres. Porque esa fue la impresión que nos llevamos, la de una pequeña ciudad, bella como pocas por fuera y por dentro, en la que todo el mundo se implica, se compromete, actúa y participa. Una pequeña ciudad donde la cultura no es un ente abstracto, en la que cada día hay una presentación, una charla, una actuación en vivo, una exposición. Una gran ciudad diminuta partida en dos por el Arnoia, el río que lleva la magia en sus aguas.
Gracias a todas y a todos, dos mil doscientos setenta euros recaudados son mucho, pero nada comparable a vuestro entusiasmo, vuestra entrega y vuestro trabajo. Os llevamos, de verdad, en el corazón.
Gonzalo, Luisa y todo el equipo de Bubisher allá y acá.