ALGHAILANI, EL HOMBRE SONRISA DE AUSSERD

Si Ray Bradbury hubiera conocido a Alghailani ahora estaría para siempre en el epílogo de “Farenheit 451”. Porque si el escritor americano imaginó un mundo en el que los libros llegarán a estar prohibidos, también imaginó la inmortal rebeldía del Hombre ante la negación del pensamiento, y creó a los “hombres libro”, dedicados de por vida a mantener en la caja fuerte de su memoria un libro entero.

A estas alturas Alghailani tiene en su corazón y en su memoria a Nadarín, a Frederick, a Elmer, a muchos más personajes que viven en él y ya anidan en el corazón de cientos de niños de la wilaya de Ausserd.

Alghailani es como el siroco. Apenas deja de soplar para dormir unas horas, y en su aliento hay infinitos granos de belleza que calan en los pequeños de los clubes de lectura, de todas las escuelas de Ausserd. Porque Alghailani es un hombre orquesta en la serenata del Bubisher: conduce el bibliobús, visita cada mañana una madrasa para hacer dos sesiones con los alumnos, y cada tarde un club de lectura. Hace un año tuvo la ayuda de Candi, voluntaria de voluntad de hierro, que durante tres meses le enseñó a crear y mantener una arquitectura así de compleja y exigente. Desde entonces Alghailani vuela solo, con la ayuda y el apoyo de todo el equipo de Smara, pero solo en el día a día. Qué cosas, hoy mismo vuela hacia Ausserd la misma Candi, que va a disfrutar de su compañía.

Alghailani. Su sonrisa, su serenidad. Le hemos visto trabajando en el Bubi II repleto de niños de primero o de segundo, sin apenas una palabra de español, pero abducidos por su dulce manera de acariciar las palabras. Y por la tarde el Bubi II sale de la daira de Miyek hacia algún club, como salió un día de Málaga hacia Tinduf. Y recordando su pasado urbano, el Bus hace paradas para recoger a los niños, que de semana a semana, esperan pacientes la hora de los cuentos. Creciendo sin parar.

Un rincón en la hamada, una alfombra sobre la arena, doce niños soñando los sueños de Alghailani que antes fueron de Leo Lionni o Gianni Rodari, de Sendak o de Juan Farias. Y nosotros, en la distancia, con ellos.

Este es Alghailani, el hombre sonrisa, con un libro o con un títere que le envió una cuentacuentos de Venezuela, para él y para los niños del Sáhara. Todos iguales, los de Buburata en el Caribe, los de Guayaquil a orillas del Guayas, los de Ausserd al borde de los sueños. Gracias por ser y por estar en el Bubi.

8 respuestas a ALGHAILANI, EL HOMBRE SONRISA DE AUSSERD

  1. ¡¡ que bonito!! Es una gran suerte tener a una persona asi en el Bubisher. Gracias!!
    Por compartir tus sueñoos con nosotros.
    Un beso. Yolanda

  2. Alghailani, qué suerte tener ahí a Candi. Candi, qué suerte tener ahí a Alghalani… Feliz años para todos!

  3. Algahilani significa elegancia. De Oxford deberían venir a aprender de él. Besos a ti y a tus hermanos.

  4. Qué suerte tuvimos de encontrar a Alghailani, y más suerte todavía de que haya querido embarcarse con nosotros!!!!

  5. Alghailani es el espíritu de la calma, de la serenidad. Y tiene mucho, pero mucho que contar.

  6. Es una alegría contar contigo. Gracias por tu sonrisa, entusiasmo y por tu trabajo. Un abrazo grande

  7. Gran Alghaulani!!!!!! eres grande!!!! con esa sonrisa y ese saber estar, trabajador y gran persona, lo tienes todo guapo!
    El Bubisher sería otra cosa sin tus cuentos y tu labor, gracias
    Rakel

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