A TODA LA COMUNIDAD BUBISHER

 

 

23 de marzo de 2020

Querida Familia Bubisher:

Os escribimos en estos momentos difíciles para todos, esperando que estéis bien, y aprovechando el autoconfinamiento para recobrar tantas cosas que el vértigo nos estaba haciendo olvidar, o dejar de lado.

Y os escribimos para contaros que el proyecto Bubisher sigue adelante, más vivo que nunca, pero, de momento, detenido en una burbuja de tiempo, que esperamos sea breve.

Las bibliotecas de Smara, Ausserd, Bojador y Dajla, han cerrado sus puertas para evitar posibles contagios. También los colegios de allí han cerrado sus puertas, por lo que no podemos hacer las visitas programadas. Por fortuna no hay un solo caso de coronavirus en los campamentos, pero las autoridades han actuado preventivamente, evitando los contactos al máximo, y cerrando las comunicaciones entre los propios campamentos, y más aún con el extranjero. No queda allí un solo cooperante foráneo, pero nuestras bibliotecarias y monitores siguen con su trabajo desde las jaimas.

Nuestra compañera Palma Aparicio, coordinadora de personal, bibliotecas y voluntarios, se encontraba allí, y tuvo que volver al decretarse tanto en España como allí la alarma. Su viaje de vuelta fue complicado, pero lo peor para ella fue tener que dejar el trabajo a medias. Cinco voluntarios, entre ellos uno de los arquitectos de nuestras bibliotecas, no pudieron viajar y, lo que es más complejo, no pudieron llevar los fondos necesarios para seguir pagando los salarios a bibliotecarios y monitores, y para pagar la construcción de la nueva biblioteca de Ausserd.

Así las cosas, el confinamiento entre wilayas ha parado la obra de Ausserd, y tenemos que hacer lo imposible (pero lo hacemos) para pagar los sueldos. Y si no es posible ahora, cuando lo sea.

Del mismo modo hemos tenido que congelar las diversas actividades previstas para estos meses de primavera en centros de enseñanza y bibliotecas, tanto en los campamentos como aquí. Tampoco podemos hacer los envíos de los libros editados por Bubisher, pese a las cuantiosas peticiones que tenemos. Este cese de actividad detiene el flujo de fondos desde la sociedad civil española. Pero lo consideramos como un cese temporal que recuperaremos cuando todo se normalice. Por suerte, el cobro de vuestras cuotas de socios se puede hacer telemáticamente.

En definitiva, seguimos vivos. Y volveremos con más fuerza, más convencidos aún de lo importante que es nuestro modesto proyecto: dar cultura y lectura a todos los refugiados saharauis.

Aunque suene extraño, esta situación nos ha devuelto a todos el contacto con familiares y amigos con los que habíamos distanciado las comunicaciones. Así que, por qué no, tal vez sea buen momento para pedirles que se sumen a nuestro proyecto haciéndose socios. Porque vuestra existencia y vuestra generosidad  es la que garantiza que Bubisher siga adelante… Y creciendo.

Muchas gracias, de todo corazón. Confiamos en vosotros, confiad en los que trabajamos cada día manteniendo el proyecto en pie, haciéndolo más y más grande.

En nombre de toda la junta directiva,

 

Limam Boisha, presidente.

 

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