Aquí estoy sentado haciendo manualidades y soñando ya con la playa. Mi madre de allí me ha comprado tres bañadores nuevos porque dice que he crecido mucho este año. Nadar todavía no sé, pero igual aprendo este verano, no quiero que me vuelvan a echar las broncas del año pasado porque me metía donde me cubría mucho. Yo no tengo miedo, aunque una vez, uff… una ola casi me lleva, menos mal que estaba conmigo mi hermano mayor. No veas el agua que tragué. Lo que no quiero ponerme ya son esos horribles manguitos, los odio, parezco un robot con ellos.
Durante este curso he aprendido en el Bubisher muchas palabras nuevas del español y algunas que casi se me estaban olvidando; seguro que me irán muy bien, aunque la verdad es que, a la semana de estar allí, entre la familia y mis amigos del pueblo, me pongo al día rápidamente.
No sé cuándo nos vamos a ir, dice mi padre que siempre hacen lo mismo estos de los papeles, nos tienen en vilo hasta última hora; el año pasado tuvimos que cambiar la fecha del vuelo porque los políticos no habían dado la orden de entregar los visados o no se qué me dijo, yo no entiendo, pero estaba muy enfadado porque había leído que algunos periódicos les están metiendo en la cabeza a los españoles que los saharauis no somos buenos, que queremos hacerles daño.
Bueno, ahora que lo pienso, yo le hice daño el verano pasado a mi amigo Enric del balonazo que le pegué en sus… jugando un partido de fútbol, no creo que se hayan enterado de eso, además fue sin querer. Y conozco un montón de saharauis que viven en España y no creo yo que quieran hacerle daño a nadie, están allí trabajando para mandar dinero a sus familias en los campamentos. Mi madre también estuvo en España estudiando y trabajando, no veo yo a mi madre haciéndole daño a nadie.
¿Por qué lo dirán? Yo estoy un poco preocupado más que nada por la cara que pone mi padre cuando habla de eso con sus amigos, le da mucha rabia, dice que las cosas van a ir a peor.
No pensaba yo que mi amigo Enric fuese tan rencoroso. Este verano pienso portarme mucho mejor que el año pasado, no quiero que las cosas vayan a peor por mi culpa.
Lo que no sé es si podré controlar mi fuerza al chutar el balón en la playa.
Javier Bonet