A DE NIÑA

Supongamos que un “día internacional” de algo sirve de algo. La mitad de los niños de la humanidad, las niñas, no necesitan un día, necesitan todos los días. Porque cada día son educadas en el patriarcado, limitadas, estereotipadas. Y para escapar de esa cárceles no necesitan declaraciones, ni siquiera palabras, sino oportunidades. El mismo acceso a la cultura, a la información. No esperar caridad, ni condescendencia, sino aprovechar esas oportunidades, iniciar (y seguir) su propio camino. Entender desde las entrañas que haber nacido niña no marca ninguna diferencia, que la diferencia la marca esa mole inmensa de una tradición errónea, y pisar ese camino sin dejarse desviar por nada ni por nadie. No, la niña no será igual por decreto, sino por conquista. Una a una, paso a paso. Paciente, gozosamente.

 

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