Nuestro primer conductor, Larossi, tantos años al pie del camión, tantos y tantos kilómetros de wilaya en wilaya, de escuela en escuela, de club en club, ha sido padre. Su mujer, Busbeat Henda, ha dado a luz esta noche, en Tinduf, a una hermosa niña. Una nieta más del Bubisher, una alegría enorme, una promesa más de futuro.
Todosen el Bubisher amamos a Larossi, que fue un hermano mayor en los primeros meses y años del proyecto, cuando apenas sabíamos nada de la sociedad en la que empezábamos a trabajar. Pero allí estaba él siempre, facilitando las cosas, llevando de la mano a los primeros voluntarios, creando lazos de amistad que no morirán nunca.
Larossi trabaja ahora en Tinduf, y es feliz. Y esa felicidad, aún mayor con el nacimiento de su hija, nos hace felices también a nosotros. Porque este proyecto no es nada si no es por y para la gente. El día que dejó el volante del Bubi primitivo, todos sentimos las lágrimas asomando a nuestros ojos. Pero Larossi dijo algo que nos ha enseñado muchas cosas: “Siempre seré bubishero”. Y nosotros, juk, siempre seremos “larossieros.»