Más allá de lo vivido estos días y dejando a un lado esa parte romántica, casi bucólica, que tiende a dominarnos cuando regresamos de los campamentos, la realidad de un futuro detenido se ha estrellado una y otra vez delante de nosotros, golpeada por las palabras duras y sinceras de unos jóvenes que, a pesar de tantos pesares, intentan que la arena no borre sus huellas, que el siroco no se lleve su voz ni el olvido su juventud.
Están ahí, en medio de la nada, a caballo entre sus tradiciones y sus deseos de libertad. Fueron niños de vacaciones en paz, hablan español con múltiples acentos, algunos han terminado sus estudios universitarios, otros los están comenzando estos días, lejos de sus casas, fuera de su tierra. No esperan de nosotros consuelo, ni limosna, ni siquiera esa solidaridad de que hacemos gala. Su deseo es luchar por la justicia y por la libertad y son conscientes de que la cultura es un buen par de zapatos con los que transitar por un camino plagado de piedras.
Podríamos hablar de nuestro trabajo, del calor asfixiante que hemos soportado, de la siempre sorprendente vitalidad de los niños, de tantas y tantas cosas que nos traemos en formato de sensaciones y emociones. Pero hoy y ahora, desde nuestras casas y a punto de regresar a nuestra confortable vida cotidiana, lo único que podemos decir, con una mezcla de dolor y esperanza, es que la Biblioteca Pública de Smara, el Nido del Bubisher es, debe ser, la placa solar que genere la energía suficiente para transformar el olvido en recuerdo, el silencio en voz, la sabiduría en aliento.
Hamida, Larossi, Memona, Bachir, Kabara, Fanna: Buena suerte en esta nueva andadura del proyecto Bubisher. Que vuestro trabajo y vuestro entusiasmo sean un imán para atraer a vuestra gente hacia la zona de luz que siempre y en cualquier lugar del mundo emana de la cultura.
Y a quienes nos seguís y apoyáis, nuestro agradecimiento y el deseo de seguir contando con vuestro aliento y vuestra participación, de una u otra forma, en este empeño de hacer que los niños, los jóvenes y toda la población saharaui no se vean privados del derecho universal a crecer y a vivir con la posibilidad de abrir un libro, es decir, de ventanas por las que mirar hacia el pasado y de puertas por las que salir hacia el futuro.
Palma Aparicio
3 octubre, 2011 en 2011-10-03T23:07:00+00:000000000031201110
Gracias mi querida Palma por dejar aquí tu huella y parte de la arena que trajiste pegada en tu piel y ese azul imposible de cielos que se descubren en tu mirada. Gracias por haber traído un poco mas cerca la Biblioteca Pública de Smara.
Buen trabajo.
Bienvenida!
c.l.
4 octubre, 2011 en 2011-10-04T16:05:00+00:000000000031201110
Gracias por compartir tus emociones, tu trabajo de una forma tan bonita y por llevar la llave que ayudará a abrir las puertas hacia su futuro. ¡¡ Cuenta con nuestro apoyo y colaboración !! Un beso.
5 octubre, 2011 en 2011-10-05T00:04:00+00:000000000031201110
La realidad de un fururo detenido se estrella ante nosotros. ¡Qué bien lo has descrito, Palma!
¡Y qué impotencia!
Un beso.
5 octubre, 2011 en 2011-10-05T18:51:00+00:000000000031201110
Gracias, Palma. Un abrazo.
11 octubre, 2011 en 2011-10-11T23:19:00+00:000000000031201110
Gracias Palma!Â
Gracias a todos por el trabajo realizado en condiciones extremas, incluso para nuestros amigos, el pueblo saharui que soporta lo insoportable desde hace tanto…Â Iniciar el curso siempre es complicado, este año además con nuevas instalaciones, obras a falta de remates, el nuevo equipo humano que debe encajar con los fijos…, ultimar los últimos detalles del nido… tantas cosas!El nuevo equipo es impecable, un lujo y una suerte contar con ellos para la transformación que supondrá la Biblioteca Pública en Smara.Somos muchos ya, pero estamos seguros que seremos muchos más, el Bubisher contagia su magia sin darnos cuenta, no nos hacemos voluntarios del Bubi, nos contagiamos de su espíritu, su filosofía… nos hacemos otras personas, al menos saca lo mejor de todos nosotros.Viva el Bubi!!!!
12 octubre, 2011 en 2011-10-12T12:46:00+00:000000000031201110
Gracias a todos vosotros por estar, por ser, por mirar la realidad desnuda de adornos. Puede que no logremos borrar las fronteras físicas ( absurdamente trazadas en los mapas y en los despachos) pero seguiremos intentado que el poder de la cultura dinamite las siempre injustas distancias que separan a los pueblos.