Escribimos siempre como respuesta a lo que vivimos, pero también a lo que leemos. A cómo antes otros han imaginado el mundo, la amistad, el amor. Cuando lees un libro te toca dentro, algo en ti te dice: escribe.
Y eso es lo que sucedió en en el Colegio Público Parque Infantil, de Oviedo. Los alumnos de cuarto B leyeron y se emocionaron con El niño de luz de plata, y Gonzalo, el “secretario” de las niñas y niños que lo escribieron hace algunos años en Smara, acudió a través de la pantalla para hablar de los campamentos, del Bubisher, de cómo y por qué escribieron Tuttu y los demás El niño… Todo de la mano de Mari Cruz Méndez, su tutora.
Así que esta es la genuina continuación de un libro que nació para creer más en la verdadera amistad, la que “quiere lo mejor” para su amigo. Para el lector, que en palabras de estos niños se convierte también en autor, que desde el confort de Oviedo es capaz de ponerse en la piel de un niño refugiado en el Sáhara, en Lesbos o en Gaza.
“Emocionante” es una palabra pobre para describirlo. Mejor verlo y oírlo.
Sahara Bubisher