El lleva 50 años esperando,

50 años pegada su oreja a la radio,

50 años pensando que ya, es tiempo de volver. Volver a casa, volver al mar, volver.

50 años de espera, también de esperanza.

Ahora por las mañanas trabaja para la media luna roja, pero el resto del día espera esperanzado. Sus hijas, sus hijos y sus nietos no merecen vivir en la nada, tienen que volver. El tiene que verlo.

Las noticias no siempre ayudaban a que la esperanza crezca.

La ONU, había hablado de la necesidad de consultar al pueblo saharaui. España le había dado algo de esperanza, ahora ya ninguna.

Los dirigentes españoles los han vendido, Marruecos negocia.

Al pueblo saharaui lo han abandonado, ya no hay referéndum, ya no hay esperanza, ya no hay paciencia para la espera.

Hoy hace 50 años que salió de su casa, hoy sigue esperando.