FiSahara: Un mundo dentro de otro mundo, un caos evolucionando hacia un orden que altera la vida cotidiana de los refugiados saharauis. Las imágenes corren veloces , muestran historias reales y ficticias y se abre en canal el muro de silencio que oculta a un pueblo abandonado a su suerte. Por unos días, cámaras, periodistas, actores, gente y más gente llegada de todas partes, se convierten en testigos presenciales de una realidad silenciada.
Una realidad que supera la ficción. Porque si la noche muestra otras vidas deslizándose por la pantalla, el día deja al descubierto la dureza del desierto en el que viven miles de personas que luchan por superarse, que ofrecen lo que tienen al visitante, que se esfuerzan por caminar día a día con la cabeza alta y la esperanza del regreso.

Y en medio de esa explosión de imágenes de celuloide y de lluvia de estrellas , el Bubisher y su empeño por volar hacia la libertad, abrió sus alas y ofreció su Nido, cargado de libros y de ansias de cultura, a las más de doscientos personas que se desplazaron a Dajla en este X FiSahara , pero, sobre todo, a la población saharaui de este campamento en el que, algún día, el Bubisher no será una presencia puntual y pasajera, sino una biblioteca, un bibliobubisher, una posibilidad de abrir un camino por el que circule la cultura.
Nicolás Calvo desplegó toda su energía y su buen hacer para que el Bubisher se hiciera visible ante tantas miradas. Y lo consiguió de una manera que sería asombrosa si no viniera de él. Pero tratándose de Nico, su naturalidad y su pícara sonrisa consiguieron varios nuevos socios y mucho interés por el proyecto.
Y el equipo saharaui demostró, una vez más, que este es su proyecto, que creen en él, que se sienten orgullosos de ser el motor que mueve el engranaje de ese reloj que marca las horas del crecimiento intelectual, del amor a los libros y al intercambio cultural, que defienden la idea de que las lenguas sirven para estrechar lazos de comunicación y no para edificar muros de aislamiento.
Hamida, Alghailani, Fanna, Ahmed y Ragueb, con Nico y Carlos Cristobal, crearon una atmósfera transparente dentro de una bellísima jaima en la que se respiraba el olor de la tinta, el sabor de las palabras, la fuerza de las historias escondidas en los libros, la cultura saharaui deslizándose desde las páginas de Ritos de jaima.
Todos ellos fueron todos nosotros. Fueron la esencia del Bubisher en FiSahara
Y ahora, cuando las luces se han apagado y el día vuelve a ser cada día, ellos siguen sembrando polvo de estrellas: luz.














16 octubre, 2013 en 2013-10-16T18:49:00+00:000000000031201310
¡Qué maravilla! Y qué envidia, haber estado ahí… Enhorabuena, Hamida, Nico, Carlos, Fanna, Ghailani, Ahmed, todos…
22 octubre, 2013 en 2013-10-22T23:32:00+00:000000000031201310
Enhorabuena amigos! os queremos y os añoramos, seguiremos trabajando desde España para que los libros y las bibliotecas estén listos y disponibles para todos, esperamos viajar pronto para contar cuentos allí, para compartir el sueño con vosotros y vosotras! Os queremos!