Por Mohamed Abda Rahel, bibliotecario del Centro de Educación Secundaria

Simón Bolívar

Si navegar es un gozo en el momento, la lectura es un gozo en el momento y en el tiempo.

Es un sentimiento que he visto en los ojos de los alumnos a la hora de leer cuentos y, especialmente, al oír contárselos a mi compañero Brahim.

Soy responsable de la biblioteca del  Simón Bolívar desde hace años, pero no he descubierto lo magnífico que puede ser mi trabajo hasta que empezó el Bubisher a colaborar con nosotros. Gracias a ellos y a sus voluntarios, he podido controlar y ordenar mi biblioteca.

Al principio pensé que era como esas asociaciones que traen proyectos a corto plazo y que no se sabe si lo hacen con buena intención o no. Lo cierto es que no le di mucha importancia ni puse mucho interés, pero cuando vi lo bien que lo pasan los chicos y lo serio que es el proyecto en sus actividades y programas, así como lo buena que es la gente que trabaja en él, decidí abrirles mi biblioteca y mis manos. Porque buscan lo que busco, porque se interesan por lo que me intereso.

No soy bibliotecario ni he hecho cursillos, pero gracias a este magnífico proyecto he podido mejorar y disfrutar de mi trabajo.

Mi biblioteca es cada vez mejor y cada vez les gusta más a los niños.  Mi trabajo es cada vez más eficaz sumado al trabajo del Bubisher que se encarga de contar cuentos de forma divertida y de prestar libros a los alumnos y lotes a la biblioteca.

Creo que juntos podemos demostrar que las bibliotecas y los cuentos son los únicos capaces de proteger a nuestros alumnos de los peligros de las calles y de que el tiempo libre no sea mal aprovechado

Deseo al Proyecto Bubisher un camino próspero y espero que lleguen a todos los niños de los campamentos

Quiero terminar con dos ideas:

El que ayuda a otros, se ayuda a sí mismo.

Me enseña a ser bueno quien me hace un bien

Mohamed Abda Rahel