EL AGUA DE LOS LIBROS

 

Sukeina Aali-Taleb coordina el EL  PAÍS  un magnífico blog que tiene como principal objetivo mostrar la riqueza de  la cultura del pueblo saharaui.

http://blogs.elpais.com/donde-queda-el-sahara/

Hoy, se ha publicado un artículo de Gonzalo Moure, en el que el escritor y Presidente de la Asociación Escritores por el Sahara-Bubisher traza la línea por la que se mueve el Proyecto Bubisher: Libertad y Cultura. Con mayúsculas, sí, porque ambas son un derecho innegable, dos piezas imprescindibles para construir el futuro.

 

El agua de los libros

Por: Autor invitado | 22 de septiembre de 2013

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Si no podemos darles la independencia, démosles cultura para ser libres. Eso nos dijimos hace ya ocho largos años, cuando por primera vez soñamos con llevar libros a las escuelas de los campamentos. No es casualidad que fueran los niños de un colegio gallego los que completaron esa idea sugiriendo la creación de un bibliobús. De niños a niños, porque ellos tienen sus códigos secretos, tan invisibles como todo lo esencial.

 

Es verdad: no hay libertad sin cultura, porque sin ella no hay posibilidad de decidir, porque no se puede elegir entre todos los caminos si no se sabe a dónde lleva cada uno.

 

Y esas fueron todas las bases que llevaron a un grupo de visionarios a preparar un viejo camión como bibliobús. Elegimos el nombre del Bubisher, el nombre de un pequeño y amable pájaro, habitante tanto del desierto fértil (la badía) como de la despiadada hamada. Pero que siempre trae buenas noticias. Y cuál mejor que los cuentos, los libros, las historias de los cinco continentes, de todas las culturas. Y así es recibido en las escuelas, en los barrios, con niños que cantan “fi galbiuajid, hua el Bubisher” (“en mi corazón, solo el Bubisher”), y después escuchan, leen, escriben, sienten el deseo de aprender.

 

Cinco años después de la llegada del primer Bubisher a Smara, ya hay otro en Ausserd. Y como todo pájaro necesita un nido, cada bibliobús tiene su biblioteca fija en los dos campamentos. Y ya está listo el tercero, que trabajará en el de Bojador. El Bubisher nació aquí, pero ya es de allí. Un coordinador saharaui, Hamida Abdulláh, y diez bibliotecarios y monitores saharauis, que atienden a las necesidades de lectura de dieciocho escuelas, el centro de enseñanza media Simón Bolívar, una docena de clubes de lectura, el hospital de heridos de guerra. Más de tres mil socios de las bibliotecas fijas y móviles, una media de más de trescientos libros en préstamo, un fondo de más de seis mil libros en español y árabe… Y gozo, y vida a raudales. Llegaremos a todas las wilayas cuando sumemos más fuerzas, y ningún niño, joven o adulto dejará de tener a su alcance todos los libros que necesite para construir su propia cultura. Y siempre tendrá una mano amiga para ayudarle a desbrozar las primeras palabras, siempre tendrá un grupo de locos de los libros dispuesto a acogerle.

Para todo eso hay en España casi cien amigos de la cultura y del pueblo saharaui, agrupados en la Asociación Escritores por el Sáhara-Bubisher. Para eso más de cien voluntarios (pagándose sin excepciones viaje y manutención) han pasado ya por los campamentos para dar a los bibliotecarios y monitores saharauis conocimientos, instrumentos y estrategias lectoras.

Este mes de septiembre nos hemos reunido como cada año, en asamblea. Desde todos los rincones del estado, desde Canarias, desde Italia, desde Suecia. Para revisar los avances del año, para debatir y programar los del curso que comienza ya. Y para destilar música, cuentos y poesía, en una velada inolvidable en la que contamos con la presencia de Zahra Hasnaui, Bahía Awa, Limam Boisha, todos ellos de la Generación de la Amistad, saharauis que escriben en castellano para expresar la inmensa poesía saharaui, para decirnos de qué pozo sacar el agua que hay que llevar a los campamentos: el agua de los libros.

 

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