Taquete Planillos ha acudido muchas veces al CEIP Menéndez Pidal de Coslada. Casi siempre como monitor de Educación Vial. Pero esta vez fue como bubishero, y comenzó a trazar un camino de dos direcciones para enseñar y aprender solidaridad. Y encontró un terreno abonado, porque sus maestros, su jefe de estudios y su directora saben muy bien que preparar a los niños para la vida es, además de enseñar materias, mostrarles la complejidad de un mundo injusto. Y así supieron que sus compañeros, lejanos pero cercanos, del Sáhara, aprenden español en las escuelas sin las mismas oportunidades que ellos: sin apenas libros en los que leer. Y supieron también del Bubisher, que lucha cada día para acabar con esa desigualdad, y ya lleva libros y actividades a las escuelas de tres campamentos.
El compromiso es la consecuencia de lo que conocemos. Por eso se empezó por dar a conocer, para lo que eligieron un libro, Palabras de Caramelo, en el que supieron de algo muy importante: para aprender hay que querer aprender. Como Kori.
El miércoles, Gonzalo fue a compartir con los alumnos de 5º y 6º lo que él conoce, y lo que ellos han entrevisto a través de las páginas del libro. Fue emocionante, impresionante. Una fiesta de la palabra, de la emoción. Y al final, un compromiso: llevar a sus casas, a sus amigos, ese compromiso, y ayudarles a ayudar. Para que el Bubsiher crezca, para que haya una biblioteca más, una caja de los sueños en un nuevo campamento. Y con la ayuda de todos (de todos los que quieran, siempre), paso a paso. Y mano con mano, porque la mañana se cerró con el entrañable himno del Bubisher, con la promesa de que no será por esfuerzo, por generosidad.
Sabemos que un día, no muy lejano, el Menéndez Pidal tendrá un lugar de honor entre los muchos colegios, institutos y bibliotecas que han puesto su esfuerzo, su solidaridad, para que los niños y los jóvenes del Sáhara tengan un futuro en la cultura.