La cita era en Zaragoza, a las siete de la tarde, en un hermoso lugar de encuentro: La casa de las culturas. La convocatoria la hacía AISA, la Asociación de Inmigrantes Saharauis en Aragón que celebraba sus jornadas “por un Sahara libre”. Beatriz Navarro mantuvo varios encuentros con los organizadores y se programó la presentación de Ritos de jaima.
Limam llegó puntual al encuentro, con su tono amable y sosegado. Y también llegaron las emociones: el encuentro de Limam con compañeros de estudio a los que hacía años que no veía, la lectura reposada de los poemas que despertaba el recuerdo de los hombres y mujeres saharauis que llenaban la sala, el descubrimiento de un poeta para muchos de los asistentes…

Beatriz presentó la Asociación y explicó la presencia del Bubisher en los campamentos, invitó a ver la exposición de fotos del Bubisher,  que ella misma había colocado en una sala contigua, y se convirtió en una vendedora de libros perfecta.
Fue agradable encontrarnos con amigas del Bubi como Concha o Pilar, pero sobre todo nos sorprendió que acudieran desde Calamocha (Teruel) tres mujeres, que han colaborado desde hace tiempo con el Bubisher, para “poner caras”. Muchos eran los correos electrónicos que Joaquina había cruzado con Beatriz, incluso había hablado con Gonzalo, pero no conocía a nadie de la asociación. Así que en Zaragoza se produjo el encuentro y se abrió el camino para futuras acciones en pueblos turolenses.

Las jornadas organizadas por AISA consiguieron que personas de varias entidades, Vacaciones en Paz, Estudios en Paz, Umdraiga, Escritores por el Sahara-Bubisher…  compartiéramos tiempo, espacio, cous-cous, té, interés por el pueblo saharaui.

Hubo todavía un encuentro más, una de esas coincidencias curiosas: unas quinientas personas se juntaban en Zaragoza para celebrar el X Encuentro de veteranos del Sahara y muchos de ellos se acercaron por La casa de las culturas, vieron las exposiciones, charlaron con los asistentes, recordaron su paso por el Sahara.

Aunque los carteles lo anunciaban, al encuentro faltó Gonzalo, como dijo Limam, “por razones ajenas a su voluntad”. Sin embargo tanto él, como todas las personas que habéis puesto algún granito de arena en el Bubi estabais en Zaragoza. Os sentimos.