Este mes hace cinco años (¡ tanto y tan poco!), se presentaba en Madrid, el Bubisher, Allí el camión, allí cajas y cajas de libros, pero, sobre todo, allí quienes pusieron en marcha este proyecto, quienes primero creyeron en él y dedicaron su tiempo y su esfuerzo a seleccionar libros, a pensar en la forma de hacer llegar el bibliobubisher a los campamentos, a buscar las primeras financiaciones, a impulsar el derecho de los niños saharauis a crecer con un libro en las manos, potenciando a través de la lectura su conocimiento del mundo.
Fue un día de sol del mes de septiembre. La cámara de Irene Bailo recogió en este video la luz y la ilusión del minuto cero, del instante preciso en el que empezó todo.
Y en nombre de todos, gracias y mil gracias a quienes lo hicisteis posible.








26 septiembre, 2013 en 2013-09-26T08:24:00+00:000000000030201309
Qué paradoja. En realidad, «la culpa» del Bubisher la tienen los saharauis. Un poeta de origen pastor y nómada, horneado en el Caribe cubano. Niños que estudiaban español sin libros para leer. Adultos que te decían que el español es una de las principales señas de identidad del pueblo saharaui. Jóvenes que querían escribir libros en español, poetas, pintores, cineastas. Sin toda esa energía, ninguno de nosotros se lo habría planteado siquiera. Digamos que fueron ellos los que nos hicieron saharauis, igual de deseosos de cultura, de libertad.