Fue Candi quien levantó la mano (o mejor dicho el teclado) para lanzar al grupo bubisherias la siguiente propuesta: «El fin de semana que viene se celebra la feria del PCE en San Fernando de Henares. He pensado que podríamos poner una pequeña mesa y vender Ritos y hacer socios. ¿Qué os parece?».
El e-mail de Candi fue seguido por una lluvia de respuestas que apoyaban la iniciativa. Y como Candi es una mujer de acción (y de verbo, mucho verbo), enseguida se remangó y su teléfono empezó a echar humo. Como gotas caían los días, mientras nuestra bubishera se enfrentaba a las adversidades de la burocracia y se debatía sobre qué hacer ante el precio de alquiler de un Stand, que a todos les parecía excesivo. Al final cuando ya estaba tomada una decisión al estilo top-manta, recibimos una llamada -espíritu bubisher- providencial de los amigos de Cantabria por el Sahara. Informados sobre nuestra situación, nos cedieron generosamente un hueco en su Stand que a su vez compartían con la ONG “Interpueblos”. La solidaridad dicta que donde cabe uno, caben tres.
Y llegó el sábado (un día de septiembre luminoso), los bubisheros: Juanma, Raquel, Candi y Limam, se acercaron a la Fiesta del PCE y viendo el calor que hacía dentro de las carpas, decidieron montar su Top-melhfa-mesa en el centro de la feria. Allí empezaron a difundir el proyecto y a vender libros. Por la mesa pasaba gente. Algunos se paraban y charlaban, por el puro placer de charlar y por manifestar su indignación con la injusticia que todavía se sigue cometiendo con el pueblo saharaui; otros se acercaban y compraban.

Y llegó un señor mayor. Observó el libro en la mesa. Lo tomó y lo acercó a sus ojos. Luego lo devolvió algo decepcionado. Con una sonrisa dijo: «Es que de lejos leí «Ritos de jaime». Por supuesto, el hombre se llamaba Jaime.
Había personas que estaban interesada en las camisetas, tanto que una se enamoró de color morado que llevaba Candi.No se conformó con una de color naranja que habia comprado. Y Candy en un arrebato bubishero, le dijo, «no te la puedo dar ahora, pero esta noche la lavo, la plancho y mañana pasas a recogerla». Un generoso detalle que conmovió a la mujer. ¿Será por eso que no volvió el domingo?
La noche trajo más gente. Y en la jaima saharaui que allí estaba instalada, no cabía un pie. El ambiente estaba impregnado de reivindicaciones políticas y sociales. Olía a comida, bebida y música.
El domingo se sumaron los bubisheros Rommy y Santi, que todavía llevaban en sus ojos la luz, la brisa y la mar griega. También repartieron por doquier sonrisas y argumentos por y para el Bubisher. Y siguió acercándose más gente anónima ( y nuestra fotógrafa, Raquel, no paraba de disparar con su cámara. El resultado lo tenéis a la vista). Hasta personalidades conocidas como Wily Meyer o Wily Toledo, dos grandes amigos del pueblo saharaui,se acercaron al Bubisher .

La mañana trajo más sol y polvareda y moscas (como para ambientar un escenario del mujaiam) y paella y música del grupo chileno Quilapayún. Y sonrisas y abrazos de tantos amigos del Sahara.
Por la tarde, sobre la mesa de una terraza y tomando un café, los bubisheros Candi, Juanma, Raquel, Rommy, Santi y Limam hicieron un resumen de la recaudación: 11 Ritos de jaima, 2 Zancada del Deyar, 2 Arriba y abajo y 1 camiseta. Paso a paso, gota a gota…
Que levante la mano el Bubisher…para que siga levantando el vuelo del pájaro de las buenas noticias, para seguir sembrando nidos.









