MUJERES

La noche que llegamos a los campamentos, custodiados por el Frente Polisario, cuatro mujeres nos esperaban. Al llegar a la jaima la cena estaba preparada.
Ni nuestra lengua, ni su lengua, el hasaní, nos servían para comunicarnos.,
Sin embargo desde el primer momento, una mirada, una sonrisa, una pequeña reverencia unas manos en el corazón, fueron suficientes.
Sabíamos que eramos amigas, sabíamos que a miles de kilómetros nos unían muchas cosas:
Una historia común,
Un desprecio a la injusticia
La soridaridad entre las mujeres.
Qué fácil fue conectar con todas ellas. Gasmula, Saida, Fátima y Fatu,
Fue sobre todo el amor a nuestra Fadala lo que más nos unía .
Habíamos visto fotos, habiamos oído a través de las referencias que durante varios veranos escuchamos de nuestra Fadala, su Fadala.
Vivir en su casa durante una semana y ver la organización de esas cuatro mujeres, cómo se repartían las tareas con aquella previsión. Saida cocinaba, Fátima limpiaba, Gasmula y Fatu hacían las compras y recados.
.. y como tenían distribuido su tiempo. Ver como cada día la ceremonia del té se convertía en una fiesta, ir a la plaza de la wilaya a recoger la ayuda humanitaria, disfrutar de la comida tan sencilla y a la vez tan rica, conocer a la familia, a los vecinos.
Esas chicas jóvenes que tan bien se acicalaban, y con tanta gracia me hacían la hemna en las manos. Me enseñaron a colocarme la melfa con gracia, con la sabiduría de las mujeres que cuidan su piel del terrible fuerza del viento que arrastra la arena y de la fuerza abrasadora de «la sol» , capitán redondo.
El rezo durante cinco veces al día, y como cada una de ellas le daba diferente valor.
La que lo hacía como algo rutinario, la que se lo tomaba a como un auténtico diálogo con Alá, cuando rezaba parece que levitaba, la que a veces sí pero a veces no…
Cuánto aprendí de estas mujeres, y qué valientes en su toma de decisiones en la protesta por la injusticia, en sobreponerse a tantas dificultades.
Viva el Sáhara libre!!!
Vivan las mujeres saharaui!!!
M José Irigaray

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *