Un año más, y a pesar del calor insoportable que hace en los campamentos, los bibliotecarios y bibliotecarias saharauis despiden el curso trabajando en varios frentes. Por una parte, diseñan actividades divertidas para los niños y niñas que día a día han participado en las sesiones de animación a la lectura que les han propuesto. Por otra, atienden a los usuarios que van a devolver libros o a sacar algún ejemplar para leer durante el verano. Y cómo no, llaman a todos aquellos que tienen libros prestados y aún no han ido a devolverlos. Y si viven muy lejos de la biblioteca, ellos mismos van a recogerlos.
Un año más, los bibliotecarios y bibliotecarias saharaui han hecho un trabajo encomiable, para que la cultura se expanda por todas las dairas de los cinco campamentos