Empieza la primavera. El mundo está revuelto. Y sin embargo, vuelve a ser primavera y vuelan los poemas como palomas de la paz y de la libertad. Y las niñas y niños saharauis han escrito sus propias poesías desde el corazón de su pueblo, esperando que lleguen lejos, que sean leídos, que muevan conciencias.