SE DEMORA

 

 

Nos pasamos la vida esperando que pase algo y, cuando pasa resulta que no era eso. En cualquier caso, estar sin esperar a cambio es un completo sinsentido. El pueblo saharaui está en un lugar del mundo, que no es el suyo, y espera a cambio que se le devuelva el que sí es, y le fue arrebatado. Es cierto que “se demora” la devolución, que se viene demorando demasiado. También lo es, cierto, que seguirá esperando, atrincherado en su espíritu de resistencia, forjado en sus relaciones con ese adversario y, a la vez, cómplice, que es el desierto y, por si fuera poco, frente a esos adversarios, sin asomo de complicidad, que son cuantos incumplen las leyes, dictadas a favor de su libertad. Reconforta esa resistencia el “amor”, que no se demora, de quienes no tienen el poder de hacer justicia con ellos, pero que sí están a y de su lado.

Tampoco se ha demorado el “pájaro cantor”, que trae buenas nuevas a los refugiados saharauis: el anuncio de una “aurora”, precursora de un sol, que alumbrará el retorno a los cauces de la historia de un pueblo, al que se quiere expulsar de ella. Ese pájaro es el Bubisher, que sigue una estrategia, conducente a que la espera tenga sentido. Para ello, ha construido cinco nidos, uno en cada una de las cinco wilayas, desde las que emprende vuelos a motor hasta escuelas y dairas, para que todos sean depositarios de su mensaje, que no es otro que el de estar preparados para que, cuando llegue el momento esperado, no se demoren en dar una respuesta, por la que no se admitan más demoras.

Sabiamente, el Bubisher ha puesto su atención, sobre todo, en las niñas y niños, dentro y fuera de sus nidos, para que en sus ojos brille la aurora, que dará inicio a un tiempo nuevo. Así, leyendo, escuchando, jugando, contando, dibujando…aprenden a esperar a que llegue el día, en el que volar con sus propias alas hasta las calles de sus ciudades, la arena de sus playas, e instalen sus nidos en las casas de sus familias, demasiado tiempo separados por un muro criminal.

Serán ellos los encargados de exigir que se paguen a su pueblo los intereses de demora.

Fernando Llorente

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